Cuando estés a punto de olvidarme, alguien pasará a tu lado con mi perfume. 

He llegado a un punto en el que no puedo más; le quiero. Ya no puedo seguir fingiendo que no me importa, porque no es verdad, me creí todo lo que me dijo, y aún le creo. Puedo decir que me da igual que se arrepienta, y que no voy a volver a caer, pero es que sé que no es verdad. Intento convencerme a mi misma de que se acabó, que no voy a dejarle jugar conmigo de nuevo, intento mantener mi mente ocupada en algo que no sea él, y cuando estoy a punto de conseguirlo un hijo de puta pasa a mi lado con su perfume. Es increíble, porque siempre he puesto mi orgullo por delante de mi corazón, siempre he conseguido controlar lo que siento, y esta vez está siendo imposible. No me explico como puedo llegar a ser tan tonta, sé que es un cabrón, y aún así, muy a mi pesar, le amo.

-¿Qué haces aquí sola? 

+Perder el tiempo 

-¿Por quién? 

+Por un gilipoyas que no vale la pena.

Escúchame amiga, la vida es corta, y hay que procurar vivirla con intensidad. De qué te sirve quedarte en casa comiendo helado, viendo películas ñoñas y pensando en como sería tu vida si te hubieses atrevido a dar el salto. Sal ahí fuera, y ríete de los problemas, cómete el mundo, esnífate la opinión de los demás y bébete tantas sonrísas que te dé un coma etílico de felicidad, porque sabes que te lo mereces. 

-Eres mi asignatura pendiente 

+¿Me quieres recuperar? 

-Para nada. Eres matemáticas, todo problemas.

No seas un ángel, sé tú mismo. 

Arrasa con lo que veas, y generoso no seas. 

-¿Porqué no me odias? Con lo que te dije deberías odiarme. 
+No se como odiarte, no se me ocurre ninguna manera, y ya sabes nunca he sido de las que se paran a pensar, a sí que, paso de odiarte. 

Nacemos para ser felices, no perfectos. 

Voy ha aprender a centrarme en lo importante y no en gilipollas como tú.

Insistiendo en que me vuelvas a buscar.

90 minutos no puede durar el amor, pídeme más.

-Te quiero. 
+Pero... ¡si no me conoces! 
-Tengo toda una vida para hacerlo. 

Sé aquel que solo sabe y recomienda hacer locuras aunque nadie entienda. 

Tal vez no sirva de nada y no venga a cuento, pero voy destrozar una de tus fotos. Supongo que la quemaré. El fuego me relaja. Ira acabando con tus recuerdos. Con los pocos que quedan, ya que la rabia y el dolor se llevaron el resto. Creo que después escribiré tu nombre en un papel y lo añadiré a la hoguera.

¿Te acuerdas de ese peluche? Yo ya no. Ardió. ¿Recuerdas esa canción? Yo no. Ardió. ¿Te acuerdas de ese sentimiento? Pues el fuego acabó con él. Ardió. ¿Recuerdas mi corazón? Yo no. Se quemó, y esta vez ni mis lágrimas van a consumir el fuego. 

S.H.
- Disfrutas arriesgando la vida para demostrar lo listo que eres. 
+¿Porqué iba ha hacer eso?
- Por que eres idiota. 

Que yo tengo sentimientos en el corazón, no plástico.

¿Tengo cara de juguete o de pañuelo? Creo que se ve bien clarito que no soy de usar y tirar ¿no?. A lo mejor tengo que comprar una caja de esas grandes de cartón en la que ponga: "cuidado, frágil". Si me la pongo encima a lo mejor dejan de jugar conmigo y me tratan con más tacto, a lo mejor incluso me cuidan y todo. 

Vendeta.

¿Lo hueles? Es el olor del arrepentimiento de la culpa y del dolor, es el olor que te has ganado a pulso y que te a a acompañar toda tu vida gilipoyas. ¿Qué puedo decir? que esto ha sido un error, que vas a rogar de rodillas que vuelva contigo, vas ha intentarlo por todos lo medios, y yo te voy a mirar desde lo alto, por encima de ti y de tu estúpida cara, te voy a señalar con un dedo y voy a reírme a carcajadas para que todo el mundo vea lo despreciable que eres y la pena que das, te voy a devolver tus palabras a escupitajos.

Da gracias a que la vida no es un trueque, y por fortuna para la gente como tú, no siempre se recibe lo que se da, pero pido a Dios, si de verdad existe, que haga de ti la excepción a la regla, y que pases alguna vez por lo que nos has hecho pasar a tantas tontas como yo. 

Si tengo miedo, es solo por perderte.

Intento no quererte, pero mientras más me lo repito a mi misma, mas te quiero. Mi problema siempre fue el mismo, miedo. Miedo de que seas como todos los anteriores, miedo de que me hagas daño, miedo de enamorarme otra vez de la persona equivocada, o de que nos pasara lo  mismo que la última vez. Por eso he tomado una decisión, he estado pensando, y me he dado cuenta de que la vida son dos días, y de que voy a conocer a mil tios, algunos serán unos auténticos cabrones, pero otros no, ¿y qué? ¿por qué las mis últimas relaciones hayan salido mal esta tiene que salir también mal? PUES NO. No señor, voy a sonreír,  voy a quererte, voy a ilusionarme, voy a enamorarme, voy a besarte cada día como si fuera la última vez, voy a vivir cada día como si fuera el último, y si es un error, el tiempo lo dirá, mientras tanto, no se me pasa por la cabeza dejarte escapar otra vez, no puedo, no quiero. 

Antes de que cuente diez ♥.

Puedo escribir y no disimular, es la ventaja de irse haciendo viejo, no tengo nada para impresionar, ni por fuera ni por dentro.

No me puedo quejar, la verdad es que últimamente las cosas me van saliendo tan bien que sinceramente me acojona. Supongo que a esto se le suele llamar felicidad o amor correspondido. No sé, sencillamente tengo miedo a que esta sensación se agote. Me siento bien conmigo misma, veo las cosas de otro color. Los problemas se esfuman, y lo hecho está hecho, punto. Cierto es también que no me creo que esto me esté pasando por fin, que algo con lo que llevo soñando tanto tiempo se haya cumplido. Me es difícil hacerme a la idea y supongo que es por eso que siempre busco la parte negativa de todas las cosas. Y es que soy así, no estoy acostumbrada a que las cosas me salgan bien. Pero es increíble lo mucho que esas dos palabras me han cambiado la vida. Han cambiado mis días, me han cambiado a mí. Voy a dejar de pensar en el pasado, voy a vivir el presente, voy a vivir y aprovechar el momento y voy a luchar por un futuro a tu lado. ¿Sabes por qué? Porque me he dado cuenta de que si realmente estoy dispuesta a luchar por algo, tarde o temprano lo lograré.Sé que esto no fue, no es, ni va a ser fácil para ninguno de los dos pero yo estoy dispuesta a seguir esperando. Estoy dispuesta a hacer todo lo que haga falta por estar a tu lado, por hacerte feliz cada día. Y me da igual lo que dure esto que nos unió, pero creo que este es el principio de una posible hermosa historia. Cuando las cosas te van bien no puedes darle la espalda por miedo, al fin y al cabo, nunca nadie ha escrito nada sobre cobardes. 

Yo te propongo un desliz, un error convertido en acierto.

"Bonito sueño" pensó. Como una mañana cualquiera, con su taza caliente entre las manos, el aroma del café recién echo inundaba la habitación y la radio sonaba de fondo contando esas horribles historias que han pasado ha formar parte de nuestra vida cotidiana, es triste, pero ya ni nos escandalizan ni sorprenden. Tapa sus ojeras, se calza sus tacones, se abriga y se pone su sonrisa. Podría comerse el mundo si se lo propusiera, pero no lo sabe. El sol brilla, pero no calienta. Un grupo de niños juegan en los columpios del parque de enfrente. Sus risas se oyen claramente. Comienza a andar. Algunos se vuelven tras sus pasos para mirarla, pero ella tiene su mente demasiado ocupada para darse cuenta de ello, está llegando, y aún no tiene nada claro. Está apunto de echarse a llorar. Le ha dado tantas vueltas a lo que siente que no sabe ni donde se encuentra. Puto sueño. Acelera su paso, quiere llegar cuanto antes. Allí están los autobuses. Ya le ve a lo lejos. Se planta ante él. Parece decidida, pero esta echa un lio. Las piernas la tiemblan, pero él no lo nota. Sus manos tiemblan, pero él no lo nota. Sus labios no son capaces de articular ni una sola palabra, pero él no lo nota. Al fin uno de los dos decide hablar; "¿Estás bien?" la pregunta. Su voz provoca que su corazón se desboque. "¿Tanto se nota?"  La sonríe. "Estoy bien, pero he tenido un sueño un poco raro, la verdad. No he dormido casi nada" Responde, se sentía mareada y aturdida. Él la miraba de otro modo, diferente a ayer por la mañana. Entonces se acerca despacio, la rodea con los brazos y la besa suavemente. Está confusa. "No fue un sueño, ¿Verdad?"